El Índice 3D del Propósito emerge como una innovadora métrica destinada a convertirse en un indicador primordial para las organizaciones, proporcionando una visión integral del grado de internalización del propósito corporativo

La presente publicación constituye una revisión de la investigación llevada a cabo por un equipo destacado en el ámbito académico y profesional. Encabezado por Carlos Rey, Director de la Cátedra Dirección por Misiones y Propósito Corporativo en la Universidad Internacional de Cataluña, y fundador de la Fundación DPMC, este grupo cuenta también con la expertise de Ángel Alloza, quien ejerce como Codirector Académico del programa ejecutivo The Global Chief Corporate Officer (Global CCO) en Esade Business School y Corporate Excellence – Centre for Reputation Leadership, además de ocupar el cargo de CEO en Corporate Excellence – Centre for Reputation Leadership. Completando este equipo multidisciplinario se encuentra Mayte Márquez, Directora de DPMC Consultoría, cuyo enfoque especializado reside en la transformación cultural y el desarrollo del propósito en las organizaciones, equipos y personas a través de la dirección por misiones. Esta publicación, elaborada por expertos reconocidos en el ámbito académico y profesional, forma parte de la Harvard Deusto Business Review, brindando una visión integral y profunda que enriquece significativamente el análisis y la comprensión de los temas abordados.

¿Qué es el propósito y como actúa en las organizaciones?

El propósito corporativo es crucial n la cultura organizacional y ha ganado importancia en el ámbito empresarial como motor para la transformación interna y la diferenciación sostenible. Define la razón de ser de una organización, fundamentando su estrategia y decisiones. Aunque intangible, es esencial medirlo para comprender su fortaleza y evolución a lo largo del tiempo en términos de vivencia interna.

Todas las organizaciones tienen un propósito, el cual se identifica mediante reflexiones y diálogos con los colaboradores, quienes lo activan en su día a día. Incluir a los trabajadores en este proceso y fortalecer su adhesión es crucial para impulsar las capacidades distintivas de la empresa y fortalecer la cultura organizativa. El propósito no implica cambiar el mundo, sino definirse en torno a una causa compartida que impulse una contribución significativa en su entorno. La fortaleza del propósito radica en su capacidad para alinear acciones en una dirección común, destacando la importancia de la vivencia del propósito para diferenciarse.

¿Cómo medimos el propósito corporativo?

En el cuadro de mando de una organización, existe una métrica común a todas las empresas: la vivencia del propósito. Esta métrica, también llamada «evaluación interna» del propósito, refleja cómo las personas en la organización conocen, se identifican y aplican el propósito en sus actitudes y acciones.

El Índice 3D del Propósito, fruto de quince años de investigación en la medición del propósito corporativo, se presenta como una valiosa herramienta para llevar a cabo la medición, la cual nace a partir de una investigación empírica, la cual considero una muestra de 65 empresas y 2.700 directivos, en donde se logro demostrar la existencia de 3 dimensiones claves:

       El conocimiento (cabeza/formal), La motivación (corazón/motora) y La acción (manos/dinámica). La intersección de estas dimensiones impulsa un propósito efectivo que genera alineamiento y diferenciación duradera en el tiempo. 

 

En la intersección de las dimensiones “conocimiento”, “motivación” y “acción” es donde se encuentran las palancas que impulsan un propósito efectivo y capaz de generar alineamiento y diferenciación duradera en el tiempo.

Palancas/Impulsadores del propósito:

Coherencia: Hacer lo que se dice y decir lo que se hace. Se refiere a la implementación del propósito en el comportamiento de los colaboradores y en las decisiones de la empresa a lo largo del tiempo.

Autenticidad: Decir lo que se siente y sentir lo que se dice. Relacionada con el grado en que los miembros de la organización conocen, entienden y creen en el propósito como algo importante para ellos y para la sociedad.

Integridad: Sentir lo que se hace y hacerlo que se siente. Refleja la integración del propósito en la cultura de la empresa y se manifiesta en el comportamiento espontáneo de los miembros de la empresa.

Esta métrica de la vivencia del propósito se integra en las encuestas de clima o experiencia del colaborador a través de tres preguntas:

Variables del Índice 3D del Propósito

1.Coherencia: ¿El comportamiento de los directivos/as es coherente con el propósito/misión de la empresa?     

2. Auntenticidad: ¿El propósito/misión de mi empresa está alineado con mis valores personales?

3.Integridad: ¿El comportamiento de mis compañeros/as es coherente con el propósito/misión de la empresa?

Para la elaboración de estas variables se consideraron tres criterios claves:

   Representatividad estadística: Se refiere a la capacidad del indicador para reflejar un aspecto específico del fenómeno que se quiere evaluar. Cuanto mayor es la representatividad, el número de indicadores necesarios es menor, y cuando la representatividad es alta, un único indicador puede ser suficiente. Se han seleccionado indicadores con alta correlación con la vivencia del propósito, como la ejemplaridad de los directivos para la coherencia, el alineamiento con los valores personales para la autenticidad y el comportamiento de los compañeros para la integridad. Esto asegura una representatividad estadística sólida del Índice 3D del Propósito.

        Claridad: La claridad de un indicador hace referencia a su capacidad de ser interpretado de manera consistente cuando se emplea en colectivos diversos. Inclusión de la terminología “propósito/misión” en todos los ítems de las dimensiones del propósito, tras comprobar que, mostrando ambos términos conjuntamente, las personas entendían con mayor claridad sobre qué se les estaba preguntando. Para la “coherencia”, se estableció la variable “el comportamiento de los directivos es coherente con el propósito/misión de la empresa”. Para la “autenticidad”, “el propósito/misión de mi empresa está alineado con mis valores personales”. Y para la “integridad”, “el comportamiento de mis compañeros es coherente con el propósito/misión de la empresa”.

                   Efecto anclaje: Fenómeno en el que la respuesta a una pregunta influye en la respuesta a la siguiente. Para evitar esto en las preguntas del indicador de medición del propósito, se separaron las dos relacionadas con el comportamiento («El comportamiento de los directivos es coherente» y «El comportamiento de mis compañeros es coherente»), intercalando entre ellas la identificación personal («El propósito/misión de mi empresa está alineado con mis valores personales»). Esta estrategia ayuda a distinguir las dimensiones del propósito y minimiza el efecto anclaje que podría existir entre ellas.

EL PROPÓSITO, EL NUEVO INDICADOR DE LOS CUADROS DE MANDO

El índice 3D tiene cuatro usos principales y complementarios entre sí:

1)    Comparativa entre las tres dimensiones: La medición del propósito permite a las empresas diagnosticar el grado de desarrollo de la vivencia del propósito en cada dimensión, en comparación con las otras. Coherencia (comportamiento directivo) y Autenticidad (identificación personal) Integridad (el comportamiento de los compañeros).

2)    Comparación longitudinal. También evalúa el grado de avance en el desarrollo de la vivencia del propósito a lo largo del tiempoLa medición antes, durante y después de la implementación y activación del propósito permite conocer en qué grado los esfuerzos de la empresa están teniendo resultados, y reforzar las acciones cuando estos no son los esperados.

3)     Comparativa entre diferentes unidades o niveles jerárquicos: El indicador de vivencia del propósito permite evaluar, mediante la segmentación en unidades o niveles, las diferentes formas en las que la vivencia del propósito se desarrolla dentro de una misma organización. 

4)    Comparación con otras organizaciones: El Índice 3D del Propósito permite a las empresas compararse con otras compañías según determinadas características afines, como pueden ser el sector, el tamaño, la zona geográfica o la afiliación a una determinada práctica. A partir de estas mediciones, cada corporación identifica sus puntos fuertes y débiles con respecto a las otras.

Maximizando el Uso del Índice 3D: Estrategias para su Aplicación Efectiva

La eficacia del indicador para medir el propósito no solo radica en su precisión estadística, sino en su aplicación práctica. Es crucial cuestionarse: ¿Cuál es la razón detrás de querer evaluar el grado de solidez o vivencia de nuestro propósito? El verdadero valor emerge del aprendizaje obtenido a través de esta evaluación y de la percepción humana dentro de la organización. Cuando se emplea con un propósito significativo, el Índice 3D del propósito puede tener un impacto positivo transformador en la empresa; sin embargo, su uso para el control puede tener consecuencias negativas. Este indicador busca enriquecer las reflexiones y acciones que mantienen viva la misión de la organización. Sirve como base de la estrategia empresarial, orientando las decisiones y comportamientos hacia los valores de la empresa. Su objetivo es activar y arraigar el propósito, fomentando así un modelo de negocio sostenible a largo plazo.

¿Cómo crees que el Índice 3D del Propósito podría ayudar a tu empresa a comprender mejor su propósito corporativo y mejorar su desempeño en términos de alineamiento y diferenciación?

Referencia: Rey, C.; Alloza, A.; Márquez, M. (2023) El índice 3D del propósito. Harvard Deusto Business Review (p. 8-14)

 

 

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