Quien hubiese pensado que la declaración de independencia y cambio que un grupo de profesionales de TI hizo en los 90, nos tendría hoy reinventado nuestra forma de ser y pensar los negocios. Quien hubiera presagiado que la rigurosidad y planeación exhaustiva de los métodos tradicionales llevaron a abrir la puerta de la Agilidad, esa que permite navegar de manera más amable en los tiempos que vivimos, llenos de cambios, tendencias, requerimientos y ambigüedades. Quien hubiese siquiera imaginado que el inicio de ese cambio cultural no fue realizado por los que trabajamos con y para las personas, sino que nada más ni nada menos surgió de desarrolladores de software.
Es que así es en gran parte la vida hoy, impredecible y desafiante, donde los cambios y oportunidades nacen de donde menos lo pensamos. La gracia está en observar los aprendizajes y desarrollos, aunque no vengan específicamente de tu sector y hacerlos propios, de manera de agregar valor.
En este sentido, los que trabajamos en la Gestión de Personas o RRHH estamos ampliamente desafiados a movilizarnos frente a esta nueva filosofía y tomar la responsabilidad de aquello que nos corresponde, facilitando los escenarios para esta transformación. Lo anterior probablemente implicará cuestionar lo tradicional, cambiar de mentalidad, enfocarse en la creación de ambientes productivos y creativos, creando una cultura atractiva para retener y atraer a los mejores. Ese es el principal objetivo. Suena lógico y quizás no tan distante de lo que las áreas de Personas hoy en día buscan conseguir. La pregunta es ¿cómo lograr este objetivo, de una manera diferente, o, mejor dicho, como la agilidad puede contribuir con ello?
Hay dos motivos por los que se puede comenzar a adoptar la Agilidad en la Gestión de Personas. El primero dice relación cuando es el área la que se propone instalar la Agilidad y trabajar bajo estas metodologías, lo que implica sin duda un cambio de mentalidad y modelo de cómo hacer y gestionar las tareas y proyectos vinculados a personas, modernizando de manera auto dirigida la forma de operación. El segundo motivo, se propicia cuando es la organización o alguna área de ésta la que se encuentra en un proceso de transformación y el área de Personas se ve en la tarea de brindar soporte en este entorno de negocios cada vez más complejo. Ambos motivos son válidos y todo dependerá del estado en que se encuentre la organización y el área de Gestión de Personas, así como también la cultura, estructura e incluso el ciclo de negocio, siendo elementos vitales de evaluar cuando se desea incorporar este cambio de mentalidad.
Sea la razón que sea por la cual nace la necesidad de incorporar el Mindset Agile en RRHH, es importante revisar los valores y principios que serán el eje articulador de desarrollo en la generación de estos cambios, tanto en la mentalidad como en los modelos de trabajo del área. Es así como el manifiesto Ágil de Recursos Humanos, considera 6 principios que permiten guiar esa gestión:
1.- Redes de Colaboración sobre estructuras jerárquicas, lo que implica construir o transformar organizaciones más abiertas y participativas. Cuestionar las estructuras tradicionales, dando espacio a nuevas formas organizativas, donde por ejemplo la toma decisiones no está centralizada.
2.- Transparencia por sobre el secretismo con la información, en cuanto a las iniciativas y roles de Recursos Humanos. En este contexto, se promueve la transparencia para fomentar la confianza en la organización.
3.- Adaptabilidad por sobre rigidez. Si bien hay procesos de Personas que son menos susceptibles de modificar, dado que existen leyes o políticas que los regulan, es posible ir adaptándose a las necesidades de las personas y organizaciones, dejando atrás “esto siempre se ha hecho así”, permitiendo flexibilidad y ajuste con los nuevos escenarios, no solo desde el área sino también el área apoyando a la organización en esta materia.
4.- Inspiración y Compromiso sobre gestión, lo que implica poner el foco en contar con equipos y personas motivadas y desafiadas y no solo estar preocupados por la gestión en los procesos diarios de Recursos Humanos.
5.- Motivación Intrínseca por sobre recompensas extrínsecas. Le mentalidad ágil, en la Gestión de Personas implica comenzar una forma diferente de atraer y retener, especialmente considerando las motivaciones de las personas, donde los modelos de compensación también son susceptibles de modificar. En este ámbito, debemos considerar y otorgarle un lugar importante a identificar los factores qué mueven a las personas, que les motiva y también aquello que no, dejando en posiciones de menor relevancia las recompensas económicas, por ejemplo. Lo anterior, siempre y cuando las necesidades básicas están resueltas.
6.- Ambición sobre obligación, lo que implica considerar la aspiración de las personas para asumir proyectos o nuevas responsabilidades.
Todo lo anterior se complementa con lograr involucrar a las personas y los equipos frente a la necesidad de resolver los problemas y diseñar las soluciones, estableciéndose la iteración como un mecanismo fiable, de modo de ir testeando y validando lo diseñado.
Asimismo, privilegiar el uso de diferentes herramientas para aproximarse a un tema, que permita profundización y amplitud del tema en cuestión. Y finalmente, lo más importante Recursos Humanos adaptados a las personas y organización y no al revés.
¿Qué tan cerca esta tu área de esta mentalidad?
Si quieres profundizar mayormente, en las próximas semanas iremos compartiendo con ustedes nuestras reflexiones respecto al Mindset Agile en los principales procesos de Recursos Humanos.
Equipo ThinkGo.
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