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La Cognición Social: un camino para el desarrollo del liderazgo

En todos mis años de Consultora en Gestión de Personas, sin duda el tema clave y central que diferentes empresas requieren trabajar es el liderazgo, existiendo organizaciones que tienen un desarrollo incipiente y otras incluso han implementado programas extensos e intensivos para la formación de sus líderes. Sin embargo, sigue siendo un tema que requieren continuar trabajando. Y tiene sentido, ya que los cambios constantes que vivimos hoy, nos hacen cuestionar lo establecido, así como también las “recetas” que antes nos eran efectivas, hoy requieren una nueva mirada o actualización.

En esta línea, y pensando en las nuevas tendencias es que pienso en el concepto de Neuro liderazgo el cual en el último tiempo ha tomado fuerza en el contexto empresarial y en la gestión de personas particularmente, encontrándose diferentes artículos que hablan de ello, así como también charlas y propuestas de valor que le otorgan un protagonismo interesante a este constructo. *

Ahora bien, cuando uno escucha de este concepto rápidamente piensa ¿qué es? ¿cómo funciona? Y lo más importante, ¿cómo lo aplico?

Contestando la primera pregunta, el neuroliderazgo es un campo interdisciplinario que se enfoca en la aplicación de los principios de la neurociencia al liderazgo y la gestión de equipos y organizaciones. El objetivo principal de esta disciplina es entender cómo funciona el cerebro en relación con el comportamiento humano, para poder mejorar la toma de decisiones, la comunicación, la motivación y la productividad de los equipos de trabajo. En este contexto, los principales aspectos que se estudian son la inteligencia emocional, la gestión del estrés, la toma de decisiones, la influencia y la persuasión, la resolución de conflictos y la creatividad.

Un ejemplo de ello es comprender cómo las emociones afectan el rendimiento de los miembros del equipo y cómo los líderes pueden aplicar la inteligencia emocional para mejorar la comunicación y la resolución de conflictos. También puede ayudar a los líderes a comprender cómo el estrés afecta la función cognitiva y cómo pueden aplicar estrategias para reducir el estrés en el ambiente de trabajo.

En esta línea de pensamiento, finalmente el liderazgo implica desarrollar conductas que permitan socializar efectivamente, poder hacer diagnósticos del equipo y así potenciar su motivación. Así surge un concepto bien trascendental dentro de lo que es el neuro liderazgo y es la cognición social (conjunto de procesos cognitivos que se activan en situaciones de interacción social). ¿Por qué es trascendental? Porque ser consciente de los pasos que construyen este proceso nos ayuda a tener una interacción satisfactoria. Revisemos estos pasos:

1.- PROCESAMIENTO EMOCIONAL

Es la capacidad para reconocer las emociones del otro a través de la observación de las características físicas del rostro. El 95% del reconocimiento emocional se realiza en las miradas, facciones, cuerpo. En definitiva, es el cómo entiendo y leo las emociones de los otros.

2.-TEORIZAR SOBRE LA MENTE DEL OTRO

Este paso permite predecir o inferir los pensamientos, juicios, modelos mentales o intenciones del otro. El cerebro esta creado para poder predecir, para avanzar más rápido, hace teorías a partir de señales implícitas y explicitas, lo que permite o facilita la interacción social.

3.-PERCEPCIÓN SOCIAL

Implica identificar señales sociales que incluyen contexto, roles, reglas y características en la interacción social en determinados grupos. Es lo que llamamos “leer entre líneas” y que nos permite adecuarnos efectivamente. Las reglas sociales están implícitas y hay que detectarlas rápidas para poder ser parte de un grupo social determinado.

4.- SESGO ATRIBUCIONAL

Explicar lo sucedido, infiriendo intenciones negativas o positivas, permitiendo entregarle un significado particular a este. Tenemos la capacidad de hacer atribuciones y estas tienen sesgos o juicios. En esta etapa sin duda uno de los desafíos es ser cautos, en cuanto a si estos sesgos están distorsionados o exacerbado, ya que eso puede desajustarme en la interacción social.

5.- EMPATÍA

Viene del griego “estar dentro de la emoción de otro”. Desde el neuroliderazgo es posible entender dos formas de abordar la empatía; desde una comprensión de la emocionalidad del otro, con un proceso cognitivo para integrar lo que el otro esta sintiendo. Y por otro lado la resonancia afectiva, en donde siento lo que siente el otro. Desde el punto de vista del liderazgo necesitamos que un líder sostenga su emoción para poder conducir efectivamente a su equipo, por ende la empatía cognitiva es mucho más efectiva.

6.- SIMPATÍA

Desde la mirada del neuroliderazgo es el sentir una emoción desencadenada al ver o pensar en otra persona, que nos despierta las ganas de querer aliviar o acompañar ese estado. Hay un compromiso para cooperar en la búsqueda de la solución de su estado.

Más allá de la cantidad de modelos, tendencias o prácticas que hemos visto en los años, y que focalizan el trabajo del liderazgo desde diferentes perspectivas, lo que me parece interesante de este modelo, es que tiene una concepción positiva de la posibilidad de cambio: el cerebro está adaptado para un aprendizaje infinito, lo que permite nuevas conexiones neuronales y creación de nuevas neuronas. Esto refleja la plasticidad de nuestro cerebro, y la posibilidad de cambiar constantemente.